romance de dante capitulo 2

aqui teneis el segundo capitulo de mi libro no seais muy duros.
Capitulo 2
Empiezan los problemas, ¡¡el otro!!
Dante:
La mañana se mostraba en calma si no fuera por esas extrañas nubes que amenazaban tormenta, llevaban desde anoche allí y no parecía que fuera amainar. La noche anterior había sido demasiado movida tanto que acabe reventado y después de cenar Helena se fue a su casa y yo a mi cama. No podía negar que era inmensamente feliz pero algo en mi interior me decía que algo no iba como debería ir, aun que para mi esa situación era algo inusual a sin que también podía ser que solo fuera que no estaba acostumbrado.
Eran las 10 de la mañana, mas tarde de lo que me solía despertar, baje a la cocina para prepararme un café mientras veía la televisión aun habían los restos de la cena anterior con las prisas no me había dado tiempo a lavar los platos y cuando acabe de desayunar me dispuse a lavarlos cuando por la puerta entro “ella”.
-buenos días, um…veo que ya as desayunado sin mi.-dijo observando, el café, la taza y el resto-que morro tienes chico.
-ah!! Lo siento no sabia que vendrías. Espera que ahora te preparo algo… ¿Qué te gusta?-pregunte
-tranquilo yo ya eh desayunado era una broma-dijo- jajaja de verdad que inocente eres, será por eso por que me gustas tanto.
Ella se iba acercando cada vez mas, tanto que ya le podía notar podía el aliento, era tan calido y tan irresistible que me impulsaban a besarla, pero justo cuando ya estábamos a punto un enorme rayo cayó rompiendo la calma, de repente y como si fuera por arte de magia empezó a llover pero no una lluvia normal en un segundo estaba cayendo una trompa de agua enorme, ella como era normal estaba un poco asustada y se agarraba fuertemente a mi brazo.
-tranquila ahora vamos al comedor y vemos un poco la televisión- dije
-vale-dijo un poco más animada- vamos.
Estábamos viendo la televisión normal pero presentí que algo iba a ocurrir, miré hacia el ventanal del comedor y vi a un gran coche negro aparcar delante de la puerta de la casa del lado. ¿Estarían buscando a Helena? Del coche salieron dos hombres vestidos con un traje negro, entraron a la casa, al rato salieron y se acercaron al coche, había alguien dentro de ese coche y ese alguien le indico que miraran en mi casa, me puse nervioso no sabia que hacer, esa situación parecía de película. Mientras pensaba que hacer esos hombres ya estaban en mi puerta y picaban fuertemente.
-corre Helena escóndete yo me ocupare de ellos y a sin te protegeré- dije levantando-me
Eso ya era demasiado ¿Dónde me había metido? y ¿Qué relación tenia Helena con esos hombres? Tenia miedo pero quien en su sano juicio no lo tendría esos hombres eran mas fuertes que yo y no podría hacer nada para detenerlos, lo único que podía hacer era convencerles que no conozco a Helena de nada. Mientras pensaba eso ya estaba yo delante de mi puerta dispuesto a abrir.
Y abrí.

-¿si? ¿Que desean?- dije intentando aparentar lo mas normal que podía.
-¿conoces a la chica que vive en la casa del lado?- dijo uno de los hombres.
-no que yo sepa no vive nadie allí- contesté- me parece que se han equivocado de casa. Jajaja suele pasar.
-¡¡Entrad!!- dijo una mujer que estaba junto al coche, esa era la persona que buscaba a Helena. Fui empujado hacia atrás con tal fuerza que caí encima de las escaleras. La iban a encontrar y yo no sabia que hacer, mientras esa mujer se acercaba hacia mi casa…
Subí corriendo hacia mi habitación, ya todo me daba igual les iba a parar aunque me costara la vida, llegué a mi habitación y cogí mi katana y me dispuse a bajar, cuando escuché.
- señora la hemos encontrado estaba escondida en un armario- dijeron eran los hombres que vestían de negro, llegaba tarde pero quizás no demasiado tarde para evitar que se la llevaran. Salté por las escaleras y me puse entre medio de esos hombres y ella.
-alejaos o os mato- dije jadeando- Helena no se mueve de aquí.
- chico baja eso- dijo uno de los hambres.
-no pienso hacerlo, no tenéis derecho para entrar a sin en mi casa, lo pagareis caro.
-¡¡Dante!! Ya basta baja eso.- dijo la mujer del coche
-¿De que me conoce usted?- dije aunque su cara si que me sonaba familiar.
-pues porque…-empezó a decir.
-¡¡Basta!!- grito Helena- Dante lo siento pero esa mujer es mi madre.
-¿Cómo? ¿Como puede ser eso?- dije yo ya estaba alucinando eso ya era demasiado y eso que hacia tres día me estaba preocupando de si me levantaba de la cama o no.
-Helena vamos a casa nos tenias a todos muy preocupados.-dijo la madre de Helena
-¡no quiero! No pienso hacerlo estoy harta de que planifiques mi vida- gritó Helena estaba bastante enfadada, pero a ¿que se refería cuando decía eso de que le planificaran la vida?- me quiero quedar este es mi verdadero sitio.
-esto... ¿podemos sentarnos? Preparare un té y podremos hablar tranquilamente.
-De acuerdo- dijeron
Mientras preparaba el té no se escuchaba ni una mosca el ambiente era tan tenso que se podía cortar.
-ya esta el té- dije trayendo 5 tazas de té. –bueno ya podemos hablar, ¿haber que ha venido hacer Helena aquí?
-Helena hace un par de noches que se escapó de casa por este motivo.-dijo la madre entregando-me una carpeta. En esa carpeta estaba lo que parecía un currículo de un chico, ese chico era…
El heredero de una importante compañía, pero que quería significar eso no tenia sentido, pero poco a poco lo fui entendiendo.
-¿Este chico que tiene que ver con ella?- pregunté aunque ya temía la respuesta pero quería oírla para asegurarme.
-este joven, es el futuro esposo de Helena- dijo su madre mientras que ella permanecía en silencio, tenia la mirada fija en el suelo y parecía a punto de llorar.
- ah vaya- dije yo estaba destrozado por una vez que encontraba a alguien quien de verdad me amaba.- y ¿por que se tiene que casar con este hombre?
- porque ese será el que unifique las dos mas grandes empresas del mundo por que ella es la heredera de la nuestra y el de la suya, y cuando se casen las empresas se unificaran ¿lo entiendes?- me dijo como respuesta a mi pregunta.
- si claro que lo entiendo…- dije, me parece que por mi mejilla una lágrima silenciosa resbaló.
-¡pero no pienso hacerlo! Yo no quiero a ese hombre yo le quiero a el- grito mientras se le escapaban las lagrimas que había querido reprimir, en ese momento me sentí realmente feliz.
-pero no entiendes que el no es nadie- dijo señalándome- no puedo consentir que una empresa de cientos de años de antigüedad sea manejada por una persona que no tiene ni idea de lo que es de serio esto.
-¿pero como me puedo casar con alguien por el que no siento nada?-dijo
- no le tienes que amar, solo casarte y podrás tener todo lo que quieras, serás enormemente rica-dijo su madre- además es un buen chico podrías darle una oportunidad.
-¡¡¡no quiero!!!- dijo gritando Helena
-¡¡ya basta!! Chicos cogerla nos la llevamos- dijo su madre poniendo se de pie
-¡nooooooooo! ¡Por favor no quiero!-gritaba mientras la levantaba uno de los hombres el otro me agarraba a mi con una enorme fuerza, esa vez si que no pude hacer nada solo un segundo pude llegar a rozar sus dedos con los míos mientras se la llevaban. Una vez ella estuvo dentro del coche el otro hombre me soltó y me aconsejó que no le siguiera por que si no me podría costar la vida. Ese hombre salio de mi casa y entro en el coche y pude ver aunque solo fue un segundo su mano intentando salir.

Ya estaba todo hecho ella se acabaría casando con ese multimillonario y yo no podría hacer nada, además seria mucho mas feliz así, yo no puedo ofrecerle nada…

Se izo de noche pronto o al menos eso supuse porque desde por la mañana que no paraba de llover. Durante el día había venido una demoledora que destruyo la casa del lado supongo que para que me olvidara que en algún momento existió ella pero no podía parar de pensar en ella. Pase un rato allí sentado, hasta las once, luego me fui a dormir.
Eran las doce cuando empezó a sonar el teléfono.
-¿si?- dije descolgando el teléfono.
-Dante, soy yo- dijo la voz del otro lado del teléfono.

“seguía lloviendo”

pobre Helena que la obliguen a casarse con un hombre que no ama simplemente por dinero
Dante pobrecillo cuando alfin empieza a ser feliz le arrebatan la chica
ya quiero leer la continuacion