8# el cascabel de la suerte

Sakura se levanto de forma parsimoniosa, abrió su armario para después tomar una blusa color granate con un pantalón hasta las rodillas color verde.
Se dirigió al espejo, y miro su largo cabello rosa, para después poner un pequeño e infantil puchero.

- Tan largo… quizás si me lo corto...

La chica negó con la cabeza para después atar su cabello en una lindo moño dejando tan solo uno de sus característicos mechones libre (imaginen esa imagen que sale Sakura con un kimono)
Bajo las escaleras para después encontrase con su madre y un buen desayuno digno de toda una noche de enterramientos.

- ¡Que buena pinta tiene todo, mamá!

Tras desayunar, ambas chicas salieron de casa, caminando por las calles de Konoha, en dirección al templo de la villa.
Ya eran casi las 9, cuando decidió levantarse, estaba cansado, llevaba toda la noche entrenando a Sakura Haruno, y ahora le tocaba a el entrenamiento, mientras que desayunara y se vistiera le daría media hora, había quedado con su sensei y Naruto sobre las diez, pero, como era de esperar cierto peliblanco no aparecería tras pasadas unas horas, habecés se preguntaba por qué seguía siendo puntual si tendría que esperar. Se encogió de hombros para después preparar el baño, se daría una buena ducha de agua fría para poder despertarse.

Se deshizo de su pijama para después entrar a la ducha, las gotas de agua corrían por su cara, mientras el chico intentaba no pensar en Sakura, ayer había ido a entrenar especialmente linda, después de todo, aquel conjunto negro le quedaba muy bien, resaltaba sus curvas y buen físico, aunque tan solo tuviese 14 años.

- Kuso… - gruñó mientras cerraba el grifo

- ¡Kuso, Kuso, Kuso! – Gritaba la chica haciendo una pataleta- ¡Llevamos horas aquí, mamá! ¿¡No podemos irnos ya!?

- Hija, ten cuidado con ese vocabulario.

- ¡¡Pero mamá…!!

- Nada de peros, junta tus manos y sigue rezando, es una orden señorita.

La peli rosa junto sus manos hasta que se aseguro que su madre serraba los ojos, luego esta se apoyo contra un pilar mientras veía a la gente pasear por el templo, su mayoría llevaba kimono, incluso su madre, pero ella no había querido ponerse el suyo, por alguna razón sentía que su apariencia era horrible embutido en aquel blanco atuendo.
Miro asía adelante, para ver como un señor habría su puesto, esta camino hasta el con curiosidad por saber que vendía, hasta que logro ver unos cascabeles de la suerte, que consistían en pequeños cascabeles atados a una papeleta que ponía cosas como amor, salud, dinero, amistad… todas ellas eran para dar suerte en distintos ámbitos de la vida.

- Señor, ¿Estos cascabeles realmente funcionan?

- ¡Claro que funcionan! Has de llevarla siempre contigo, y veras como de una forma u otra te acercan a tu destino en distintos ámbitos de la vida, toma, -dijo tomando una campanilla con una roja papeleta en la que ponía “ai” (amor)- Eras una chica joven, así que, como es lógico tendrás algún chico especial… ¡Suerte!

- Muchas gracias pero yo…

- No, tranquila, que no te de vergüenza, veras como tu verdadero amor aparece pronto.

Sakura tomo en su mano el pequeño cascabel, tenía su encanto, y, aunque esta no sintiese nada especial por ningún chico, sería un bonito adorno para su habitación… aunque…estaba Sasuke, ella sentía algo extraño por él, realmente no le aguantaba, pero en algunos momentos, sentía como si el corazón le diese un vuelco, pero tan solo era en algunos segundos ya que, aquel chico parecía hecho de hojalata, completamente frió.

-¡¡SAKURA HARUNO!! –grito su madre desde lejos –

Un escalofrió recorrió su espina dorsal, mientras que la chica se giraba lentamente su madre solo utilizaba su nombre completo y enzima aquel tono capaz de neutralizar los nervios de cualquiera cuando estaba muy, muy enfadada.

- ¿Si… mami…?

La señora Haruno tomo del brazo a Sakura sacándola fuera del templo, esta tenía una diabólica expresión de pocos amigos mientras que Sakura se esperaba lo peor; segundos más tarde la chica estaba siendo regañada por su madre, pocas veces, desde que Sakura despertó, se podía ver así a la señora Haruno, pero ahora había explotado
El chico salio de casa, entre tanto pensar en cierta peli rosa el tiempo paso, y, en su consecuencia, su cabello azulado estaba mojado a falta de un buen secado, aunque lo bueno es que aun hacia buen tiempo, después de todo, no quedaba más que una semana de verano y aun el sol brillaba, por lo menos aquel día, aunque también era cierto que, una suave brisa otoñal acariciaba los árboles meciéndolos levemente.

El chico miro su reloj, iba justo de tiempo, por lo que decidió tomar un atajo por el templo, pero aun así tendría que correr para llegar puntual.

- maldita sea – pensó mientras corría- ¿por qué me esfuerzo en llegar puntual si Kakashi-sensei llegara tarde?
En realidad no existía una respuesta lógica para aquella pregunta, simplemente al chico le gustaba ser puntual, extraña manía heredada de su difunto padre.
Sakura caminaba cabizbaja junto a su madre, le había caído una buena reprimiendo, pero esta supo evadirla, por lo que, el enfado de su madre se había evaporado como el agua caliente, para después dirigirse juntas en dirección a su casa, Sakura no quería quedarse un día más sola en su casa, quería salir, entrenar, estar con sus amigos… con el… negó con su cabeza ¿Por que seguía pensando en él? ¡Era increíble!, miro el cascabel que yacía en su mano, era pequeñita, sería fácil llevarlo siempre con ella, aunque aun no sabía si realmente podría enamorarse de alguien, y menos aun si alguien la correspondería.

- Mamá, quisiera dar una vuelta, llegare temprano a casa ¿Vale?

La chica se alejo corriendo, dejando con las palabras en la boca a su madre, pero esta se resigno, no siempre podría mantener a su hija entre algodones, quizás necesitaba salir, este último mes avía estado lleno de pruebas medicas y visitas al hospital, quizás no solo había sido duro para ella, sino que también para Sakura.
Sakura corría, no sabía por qué, ya que, su madre se había quedado atrás, pero tenía esa necesidad, necesitaba seguir corriendo, quizás así sus pesares se quedasen atrás, junto a las lagrimas espontáneas que brotaban de sus ojos, ella no quería seguir llorando por su accidente, ya tenía asumido no recordar nada, pero se le hacía tan duro ver cosas nuevas que en teoría avía visto durante toda su vida…
Serró los ojos con fuerza y aceleró su paso, sus piernas se movían solas, hasta que estas sintió como se golpeaba contra alguien, perdiendo el equilibrio, cayendo asía atrás, pero antes de que pudiese tocar el suelo, la mano de la persona contra la qué había colisionado le detuvo tomándole por la muñeca, logrando que la chica recuperara el equilibrio.

- ¡Gomene! –Dijo la chica secándose las lágrimas mientras habría los ojos para ver a la persona que le sujetaba – Sasuke…-kun…

-¿Estás bien? – dijo sin soltarle la mano.

- Si… lo siento mucho… es que… veras…yo…

- hmp… ¿Estas llorando?

-he… ¡No! –Gritó mientras se secaba las lagrimas con la mano que tenia libre- Se me habrá metido algo al ojo…

Sasuke la miro, con aquellos ojos fríos color azabache, la chica iba muy bien vestida, y su peinado era también lindo, la antigua Sakura nunca cambiaba su peinado, pero desde que despertó, tantas cosas habían cambiado en ella… vio que la chica miraba sonrojada a la mano que este sujetaba, por lo que la soltó rápidamente.
- perdona si te he retrasado ¿tenias prisa no?

-hmp…

Sakura junto sus manos avergonzada, aquella contestación era cortante, era como el punto final de una conversación. Al tener sus manos juntas se dio cuenta de que ya no tenía su cascabel, por lo que se puso a buscarlo con la mirada de forma desesperada.
- ¡Kuso! –gritó la chica.

- ¿Se te ha caído esto? –Dijo agachándose a tomar el pequeño cascabel – hmp… valla… que tengas suerte – se lo entrego para después seguir con su camino.

Sakura tomo el cascabel entre sus manos, ¿a qué se refería con “Que tengas suerte”? había sonado tan despreocupado, quizás el pensaba que ella tenía a alguien especial, por lo que el corazón le dio un vuelco, ella no tenía ninguna persona especial por lo que no quería que Sasuke pensara lo contrario, y tan siquiera ella sabía por qué tenía la necesidad de rectificar los pensamientos del pelinegro, ¿Es que él era su persona especial? ¿Su persona especial era aquel chico sin sentimientos y frió como un glacial? Imposible… ¿o no?

diox esta interesante ehhhh ta wapo wapo pero wapo wapo ^^ genial peor kieor k se corte el pelo sakura XDDD y k ino le explique que en realidad ta coladita x sasuke XDDDD sige asi ^^ lo aces genial

sii k waiiii

jaja sasuke tan frio como siempre xDDD

espero qu epongas otro capitulo pronto!!!

quiero ve lo que apsa con skura y sasuke!!!

Saku-nechan dedicate a esto me gusta mucho aber si azemos mas.